miércoles, 20 de agosto de 2008

Sepamos Mas de la Biblia No.15

Por sus frutos los conocerán 2da Parte
Conocidos
Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a El, porque Lo veremos como El es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro. (1Jn 3:1-3)
Si eres un verdadero discípulo, no puedes sentirte a gusto en el mundo. Que se aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre del Señor. En la segunda venida, Jesús completará la obra de la cruz. Ahora mismo somos salvos en nuestro espíritu, pero nuestro cuerpo tiene la tendencia de pecado y nuestro carácter todavía no es el de Cristo. Cuando Jesús venga seremos transformados para ser como Él en su Carácter y su Constitución (cuerpo). Por tanto, todo verdadero discípulo tiene un verdadero anhelo de que Jesús regrese.
Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley. Ustedes saben que Cristo se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay pecado. Todo el que permanece en El, no peca. Todo el que peca, ni Lo ha visto ni Lo ha conocido. (1Jn 3:4-6)
¿Cómo es eso de que “no peca”? Todos pecamos todavía. La clave para entender esto está en la palabra ‘permanece’. El original griego para ‘permanece’ es “méno” que significa “vivir permanentemente”. Entonces podríamos leer “..el que no vive permanentemente en pecado…”
Hijos míos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como El es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. Ninguno que es nacido (engendrado) de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios. (1Jn 3:7-9)
Otra vez, arriba, se puede leer “El que vive permanentemente en pecado es del diablo..”. En 1Jn 1:9 se nos dice que aunque pequemos, confesándolo, Dios nos justifica, y en 1Jn 2.1 dice “Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado (Intercesor) para con el Padre, a Jesucristo el Justo.”
Pecados Perdonados y Arrepentimientos Falsos
Les escribo a ustedes, hijos, porque sus pecados les han sido perdonados por el nombre de Cristo. (1Jn 2:12)
La Biblia muestra muchos ejemplos de personas a las que Dios perdonó cuando se arrepintieron, y también otros que no se arrepintieron genuinamente. Veamos cuatro casos:
David: Cometió adulterio, asesinato. (2Sam 7-12). El Salmo 51 es un texto que describe su verdadero arrepentimiento.
Saúl: No exterminó a los Amalecitas ni a sus bienes (1Sam 15). En el versículo 25 se habla de arrepentimiento, pero no de uno verdadero.
Pedro: Negó a Jesús tres veces. (Luc 22, Mat 26, Mar 14, Jn 18). Mat 26:75 menciona que “lloró amargamente” que implica en el griego que lloró violentamente. Un verdadero arrepentimiento.
Simón:
Ofreció dinero por el don del Espíritu Santo (Hechos 8). En el versículo 24 se habla de arrepentimiento, pero no de uno verdadero.
Por sus frutos serán pues conocidos los verdaderos discípulos. Y, también, los falsos.

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